De hiriente palabra que en su apogeo dirimía su carga ofensiva en duelos callejeros, signados por puñetazos ataviados de manoplas y cachiporras, aderezados con tatequietos y amansa guapos tercia’os; se vino a menos para fungir, hoy, de indicadora de trato informal y expresión de cariño y solidaridad, con tanta aceptación en nuestros diálogos que ya muestra ínfulas de querer insertarse en la sociedad «culta de modales finos».
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Manual del insulto | "¡¿Tú eres marico?!"
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De hiriente palabra que en su apogeo dirimía su carga ofensiva en duelos callejeros, signados por puñetazos ataviados de manoplas y cachiporras, aderezados con tatequietos y amansa guapos tercia’os; se vino a menos para fungir, hoy, de indicadora de trato informal y expresión de cariño y solidaridad, con tanta aceptación en nuestros diálogos que ya muestra ínfulas de querer insertarse en la sociedad «culta de modales finos».